- Área: 35 m²
- Año: 2016
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Fotografías:Jon Alkain Zendoia
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Proveedores: Pladur, http://vascoplast.com/, http://www.maderaszubizarreta.com/
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Este proyecto nace con la clara vocación de respetar la tradición pero hablando un lenguaje del siglo XXI. Desde el principio vimos muy acertado que el propietario del despacho de abogados defendiera sus valores desde la parte vieja de Hondarribia, un pueblo vasco (Guipúzcoa) encantador fronterizo con Francia. Se ha respetado todo aquello que le da identidad a la cultura de la zona mediante la arquitectura, considerándonos privilegiados por ser parte de la historia escrita entre esos muros y dejando que todas esas historias sean igual de protagonistas que las nuestras. A la vez se diseña un lenguaje potente que le da identidad a la marca y la dota de protagonismo en el lugar donde va a vivir.
Cuando recibimos el encargo del proyecto, en 2015, nos encontramos 35m2 de oscuridad abandonada más de 50 años. El espacio necesitaba obras de saneamiento y consolidación. Hubo que reforzar las vigas originales y la frágil caja de escaleras de madera de las viviendas superiores con perfiles metálicos. También recuperamos la piedra del muro medianero y la puerta original en fachada. A partir de ahí nosotros solo tuvimos que diseñar un gran mueble que funcionara.
El espacio se dividió en tres lugares fundamentalmente:
-Una primera zona de trabajo para uno o dos trabajadores
-Una segunda zona de estar/reunión/trabajó en grupo,
-Una tercera zona de servicio: con un baño y un pequeño office.
El local tenía tres problemas fundamentales desde el punto de vista del diseño del espacio: el tamaño (tan solo 35m2 para el programa que demandaba el cliente), la disposición de este espacio (en forma de tubo estrecho) y la escasa luz (ya que únicamente teníamos entrada de luz por la fachada).
Estos problemas, junto a nuestra premisa de respetar de forma radical el local original, nos dieron una serie de condicionantes en el diseño:
-Para respetar la fachada original de madera, nos retranqueamos un metro para disponer nuestra nueva fachada de vidrio.
-Realizamos un recorrido principal pegado al muro de piedra desde la entrada hasta el final dejando que nuestro programa se ubique entre este recorrido y el paramento enfrentado a este muro.
-Al final del recorrido, enfrentado al acceso principal, queríamos una fuente de luz potente, de modo que por un lado hiciéramos un guiño a las tipologías originales que tienen una entrada de luz natural en forma de patio y por otro lado reforzar la marca colocando allí un logo que se viera desde la calle.
-Había que cuidar de sobremanera, el tema de la luz artificial, ya que sería la iluminación principal la mayoría del tiempo que se usara el local.
Queríamos usar una luz indirecta que creara la atmósfera adecuada para el trabajo.
Nos quedamos con la buena sensación de haber resuelto lo mejor que hemos podido la convivencia entre un lenguaje pasado y uno contemporáneo, de manera que dentro de años pueda seguir conservándose todas las características originales del local y sustituirse todas las nuestras por otro nuevo lenguaje contemporáneo.
Eso nos hace sonreír.